Uno de los primeros trabajos que mandé fue analizar los cuentos tradicionales, dígase la Caperucita Roja, La Cenicienta, Blancanieves, etc y comprobar el número de tópicos sexistas que aparecen. La siguiente tarea fue redactar un cuento no sexista. Sin embargo, la cosa no resultó muy bien y casi ninguno de los cuentos que crearon podían ser clasificados de «no sexistas».
Hoy mismo me ha llegado a mi correo un cuento titulado «LA CENICIENTA QUE NO QUERÍA COMER PERDICES». Texto de Nuria López Salamero e ilustración de Myriam Camero Sierra. Aquí os dejo un enlace para que lo veaís.
El siguiente cuento se llama «CAPERUCITO EL ROJO«, y es una muestra de lo que no es exactamente un cuento no sexista, aunque tengo que confesar que me reí mucho, justamente porque me di cuenta de que no habían entendido nada de lo que pretendía que hicieran. Ahí va el cuento… espero que me digáis algo en los comentarios.
Caperucito estaba jugando a la consola en su humilde morada, cuando el padre le llamó y Caperucito contestó, «espera que guarde la partida, bajo después de 5 minutos»a lo que su padre dijo, «vete a casa de tu abuelo y llévale miel y una botella de whisky», Caperucito el rojo fue a coger su noble moto y no se acordó de que pinchó la rueda en el campo y «gripó».
Caperucito el rojo empezó el viaje andando y a mitad del viaje se paró a robar unos frutos y en ese momento salió la dueña de las fruta, la señora «loba». La loba le preguntó para qué robaba los frutos y el le dijo que era para un viaje muy largo porque tenía que ir a ver a su yayo, que vivía al final del bosque. Ella, que era muy pilla, le dijo que fuese por otro camino más corto y Caperuzito se lo creyó. Pero era mentira, ella le había dicho el camino más largo. Sin embargo, ella echó por el camino más corto para comerse a su abuelo y quedarse con su casa.
La loba estaba ya en la casa de su abuelo haciendo el intento de comérselo y justo en ese momento llegó Caperucito el rojo y el le sugirió a la loba llegar a un acuerdo. Dijeron de compartir la miel y el whisky y ella dijo que sí . Después de comerse la miel y el whisky ella le dijo a Caperucito, «yo no quería comerme a tu abuelo, solo quería un hogar donde vivir», y Caperucito le dijo que ella se ocupara de su abuelo enfermo y ella a cambio se quedaría allí a vivir.
Todos salieron ganando Caperucito tendría ahora una abuela y el abuelo alguien que lo cuidara y la loba un hogar.
FIN.
Escrito por Diego Sánchez, Álvaro Porras y Ovidio Martiñán.
[…] Cuentos no sexistas […]
eso es un cuento con clase y no por ke sea mio baya pedazo de cuentoel mejor
ya ves tio…………
No esta mal xd
este cuento esta to chulo
aparte de que tiene humor es un cuento no sexsista,(no incluye escenas eroticasXDD)
PORRAS TE LO AS INVENTAO TU VERDAD?
Me a parecidomuy gracioso pero no tiene nada que ver con el tema
A mi ma gustado mucho pero la verda es lo que dice Eva que no tiene nada que ver con el tema
aunq no tenga q ver na con el tema «EVA» lo que importa es el trabajo xikilla y lo xulo q esta.
esta to wapo y no es nada d maxista
tu tienes envidia por ke el mio eva esta mas chula jajajajajajajajajaja<jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaja
k manu aki tu te crees ke eres el unico k tus comentarios son los mejores por no te as ekibocao jajajajajajajajajajajaj
Que moto tenia caperucito? una zip no?? claro esque las zip gripan con na, es lo que tiene Ovi jajajaj
me gusta mucho este cuento porque no es sexista y a la vez esta gracioso
Este cuento es sexista porque al final la «loba» se queda cuidando al abuelo, algo muy característico de las madres que parece que por obligación tienen que cuidar de los mayores, mientras el «caperucito» sigue jugando con su consola, y qué decir del personaje de la «loba», una mujer llena de maldad que finalmente se convierte en buena cuando decide «cuidar» del abuelo. ¿Y a quién se le ocurre llevarle whisky a una persona enferma?
Decidí poner este cuento aquí, no por su transfondo no sexista, sino como una producción machista… espero que así lo veáis, y que seáis críticos al detectar los elementos machistas.
a my me a gustado mucho y ademas sin sexismo jajajajajaja
El sexismo relaciona caracteríasticas y gustos a las personas en función de su género.
En este cuanto se hace una descripción sexista (continua) de los personajes. De este modo, a Caperucito rojo se le caracteriza con la play y la moto. Y , al ser chico, es capaz de decirle a su padre que espere cinco minutos ( en vez de la sumisión plena que tiene caperucita en su cuento) . A la loba se la asocia con una casa con frutales ( y por consiguiente con una persona que cuida su espacio, no como el lobo del cuento, que vive en el bosque sin cuidar de nada). Al abuelo se le asocia con el wisky (tan masculino). Y, ni siquiera aparece el cazador en escena una vez que el lobo se come al abuelo y estaría apunto de comerse a caperucito. No aparece porque en este cuento la loba no se come al abuelo, claro, cómo va a ser que una mujer termine físicamente con un hombre. Y por supuesto no hace falta que venga un tercero (el cazador) a resolver el conflicto de caparucito, ya que se entiende (en el cuento) que al ser ahora un chico caperucito, ya lo resuelve él, no necesita ayuda externa.
Me ha parecido completamente sexista pero muy bueno para dar pie a hablar sobre el sexismo y sobre las características que se atribuyen a cada género.
He hecho la misma experiencia con mi alumnado de 4º nivel y tampoco entendieron mucho cómo hacer la transformación a un cuento no sexista. Se dedicaban a cambiar el sexo de los personajes. En vez de princesa, príncipe y lo mismo con todos. ¡Hay que trabajar más el sentido de igualdad independientemente del sexo!.